lunes, 25 de noviembre de 2013

ADVIENTO, tiempo de paz y esperanza.


LAS ACTITUDES FUNDAMENTALES DEL ADVIENTO.

1. Actitud de espera. El mundo necesita de Dios. La humanidad está desencantada y desamparada. Las aspiraciones modernas de paz y de dicha, de unidad, de comunidad, son terreno preparado para la buena nueva. El adviento nos ayuda a comprender mejor el corazón del hombre y su tendencia insaciable de felicidad.

2. El retorno a Dios.
 El adviento nos ayuda a conocer mejor a Dios y su amor al mundo. Nos da conocimiento interno de Cristo, que siendo rico por nosotros se hace pobre.

3. La conversión.
 Con Cristo, el reino está cerca dentro de nosotros. El Adviento nos enseña a hacer presente, en nuestro ambiente, nuestro protagonismo en la Historia de la Salvación, a entender el amor como salida de nosotros mismos y la solidaridad plena con los que sufren.

4. Jesús es el Mesías. Será el liberador del hombre entero. Luchará contra todo el mal y lo vencerá no por la violencia, sino por el camino de una victimación de amor. La salvación pasa por el encuentro personal con Cristo.

5. Entusiasmo y alegría.
 El reino de Cristo no es sólo algo social y externo, sino interior y profundo. El adviento nos enseña a conocer que Cristo y su venida salvadora es la fiesta segura y definitiva de la nueva humanidad.